Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro; pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes, que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad, podría tratarse de rods, artefactos, motas de polvo, insectos o ilusiones ópticas producidas por pareidolia, apofenia o cualquier otro prejuicio cognitivo.
Según algunos parapsicólogos, la aparición del fantasma no suele sobrepasar unos pocos segundos, raramente llega al minuto; cuando ocurre, se supone que la temperatura baja sensiblemente; pueden acompañarlos aromas penetrantes, golpes, ruidos (generalmente pasos), música o voces que pueden grabarse magnetofónicamente (los llamados fenómenos electrónicos de voz, mal llamados psicofonías), aunque cada uno de estos fenómenos puede darse también separada y aisladamente. Su aparición supuestamente provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefaleas; en los lugares y en el momento de su manifestación estos parapsicólogos dicen haber medido una carga electromagnética inusual.[1] Se afirma también que en los lugares que frecuentan los fantasmas a menudo se descargan las baterías de los aparatos eléctricos destinados a captarlos o se apagan las luces, lo que se debería a que los fantasmas manipulan (absorben, y menos frecuentemente expulsan) una cierta energía cinética (en forma de movimientos de objetos, frío o calor) o electromagnética, o están relacionados de algún otro modo con distorsiones en las mismas. Aseguran también que es un hecho muy frecuente y previo a su aparición un cambio físico o psíquico en el entorno en que se manifiesta: obras de reforma de una casa, un nuevo habitante en la misma, etcétera. Si se trata de un cambio anímico, suele ser un hecho emotivo y trágico, un fallecimiento o nacimiento recientes, un cambio hormonal (adolescencia, climaterio, menopausia), en todo caso emocionalmente significativo. A veces concurren ambos hechos.
Como las leyendas etiológicas, los fantasmas se creen ligados a un lugar. Se afirma que algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos, y que algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Supuestamente, obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados, se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc). Generalmente dan la impresión de ser tan reales como las personas vivas, aunque sólo durante un periodo de tiempo muy breve.

Helena Petrovna Blavatsky (1831 - 1891) escritora, ocultista, teósofa rusa y una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica (retrato de 1877 en Nueva York).
Algunas ceremonias, como por ejemplo los exorcismos, se atribuyen el poder de alejarlos durante un tiempo o definitivamente.
Los estudiosos del fenómeno afirman que existen también fantasmas de personas vivas (bilocación, doppelganger, fetch...) y documentan también la aparición de fantasmas de animales (por ejemplo el Perro negro, el Dip, la Pesanta o el Cadejo, entre otros), barcos, trenes, aviones, casas y pueblos fantasmas e incluso objetos fantasmas, como los tsukumogami japoneses o los domésticos de parasoles (karakasa) y linternas (chōchinobake).
Pueden aparecerse solos, lo que es lo más corriente, o formando grupos, incluso numerosos. Su manifestación en algunos casos es anuncio o aviso de algo positivo o funesto por ocurrir. También los hay de carne y hueso: en 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston escuchó en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y viva aún treinta años después como zombi semiconsciente a causa del habitual uso en el animismo vudú de dosis semiletales de drogas/veneno como tetrodotoxina, estramonio o datura que provocan por anoxia parálisis temporal y locura permanente. Otras alucinaciones visuales o auditivas provocadas por enfermedades como la esquizofrenia o por las drogas (flash recurrentes de LSD, por ejemplo), o bien las falsas resurrecciones espontáneas causadas por enfermedades como la rabia, la catalepsia etcétera pueden haber originado asimismo leyendas de aparecidos, revenants, vampiros y no muertos en personas predispuestas por prejuicios cognitivos y tradiciones culturales propicias. Por otro lado, partes del cuerpo humano desaparecidas, amputadas o cercenadas pueden ser percibidas por el cerebro como miembros-fantasma. Para los espiritistas, un fantasma también podría ser un espíritu atrapado en nuestro mundo por medio de invocaciones, brujería o promesas (almas en pena).
[Origen
La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión) o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas es muy propia de la naturaleza humana, tanto que tiene visos de ser o constituir un meme antropológico abstracto que pervive, como otros tipos de superstición, a través de numerosos factoides concretos. Ha generado y genera una amplia literatura (novela gótica o de terror), inspira la cinematografía y el teatro y ha creado innumerables leyendas y mitos, si es que estos, inversamente, no han creado este bulo; la ciencia considera creer en fantasmas un tipo de superstición muy asentado en la psicología del ser humano, porque se alimenta de la necesidad de vida eterna, como la religión, y sublima una muerte inaceptable y aborrecible por medio del acto apotropaico de creer que la conciencia pervive más allá del fin de la misma. Estudios recientes indican que muchos occidentales creen en fantasmas; en sociedades donde la religión tiene mucho predicamento, como los Estados Unidos, una encuesta demostró que el 32% de sus habitantes cree en fantasmas y en la vida luego de la muerte o más allá, siempre en forma paralela a la religión o de forma menos regulada por un sistema escatológico como han hecho las religiones más frecuentes, que se aprovechan de este meme antropológico para crear estructuras económico-culturales de creencias.Desde antiguo la mitología, la religión y otras manifestaciones de folklore o literatura han creído, o pretendido creer, en la existencia de entidades sobrenaturales, manifestaciones vitales o númenes más o menos inmmateriales de varios tipos:
- 1. Abstractos, más o menos alegóricos, como Dios.
- 2. Naturales o no humanos: inanimados sin movimiento o cosas, e inanimados con movimiento o semovientes, como el aire, el agua, el fuego, las plantas, los astros.
- 3. Naturales animados: animales o animalizados.
- 4. Antropomórficos.
- 5. Humanos.
Historia
Para los pueblos primitivos los fantasmas tenían una vida infinitesimal y miserable, insuficiente para animar y mover un cuerpo, hacer latir su corazón y darle aliento o respiración, pero vida al fin y al cabo, ya que tenían bastante o la suficiente fuerza para manifestarse en los sueños para atormentar o avisar a los vivos o como sombras y apenas necesitaban alimento (en las culturas antiguas con culto a los manes y antepasados había un día anual designado para alimentarlos con ofrendas de alimentos o sacrificios, que los cristianos han sustituido por flores en el Día de difuntos o de Todos los Santos). Así se calmaba a los antepasados y se aseguraba su benéfica influencia. La creencia en fantasmas se testimonia desde los primeros textos escritos sumerios y egipcios: el fantasma de Enkidú se apareció a Gilgamesh en la llamada Epopeya de Gilgamesh. También se encuentra extendida por otras civilizaciones de muy distinto desarrollo cultural. La Odisea del griego Homero y la Eneida del latino Virgilio acogen viajes de ultratumba. Los romanos ponían un puñado de tierra sobre el cadáver porque si no el alma erraría por toda la eternidad en la ribera de la Estigia, y era preciso poner una moneda en la boca para pagar al barquero o el alma no tendría descanso. Por eso aterraba a los romanos navegar por el mar, ya que no recibirían honras funerarias. A los suicidas romanos se los enterraba con la mano cortada y separada del cuerpo, con el fin de desarmar a su espíritu, que hipotéticamente atormentaría a los vivos. Los fantasmas buenos para los romanos eran los manes o espíritus de los antepasados; los malvados eran las larvae, almas de hombres malvados que vagan errantes por las noche y atormentan a los vivos. Plutarco, en el siglo I, describe unos baños encantados en su Queronea natal donde aparecía el fantasma de un hombre asesinado. Otro celebrado fantasma fue descrito en una de las epístolas del historiador romano Plinio el Joven (VII, 27, 5-11), quien describe una casa encantada en Atenas donde aparecía un espectro que arrastraba cadenas; los sucesos cesaron cuando el filósofo Atenodoro alquiló la casa y fue guiado por el fantasma hasta un esqueleto enterrado y fue vuelto a sepultar con las debidas ceremonias. El texto está dirigido a un tal Licinio Sura:- La falta de ocupaciones a mí me brinda la oportunidad de aprender y a ti la de enseñarme. De esta forma, me gustaría muchísimo saber si crees que los fantasmas existen y tienen forma propia, así como algún tipo de voluntad, o, al contrario, son sombras vacías e irreales que toman imagen por efecto de nuestro propio miedo...[2]
Una de las teorías que intentan explicar la religión los derivaría de la tendencia del pensamiento primitivo y prelógico a considerar que el mundo de los sueños forma también parte del real; por tanto, ver en sueños a personas fallecidas indica que no han muerto y que pueden interferir en la vida real. El origen de los fantasmas, pues, no sería distinto al de la religión en general.
En las civilizaciones orientales (como la china e india), muchos creen en la reencarnación o transmigración de las almas. Agregada a esta visión y dentro del Budismo, los fantasmas son almas que rehúsan ser recicladas en el curso del Samsara (ciclo de la reencarnación), porque han dejado alguna tarea por terminar. Los metafísicos y exorcistas de diversas religiones pueden ayudar al fantasma a reencarnarse o hacerlo desaparecer orientándolos o mandándolos a otra dimensión de existencia. En la creencia china e india, además de reencarnar, un fantasma puede también optar a la inmortalidad transformándose en semidiós y puede a través de su elevación espiritual trascender diversos planos o servir a los seres humanos, o bien puede bajar al infierno y sufrir ciclos karmáticos. En Japón, la religión shintoísta reconoce la existencia de espíritus de todo tipo y acepta la creencia en fantasmas como parte de la vida cotidiana. En la cultura malaya son prácticamente innumerables las leyendas y clases de fantasmas.
En Occidente la creencia en fantasmas se fue difuminando desde la creencia irracional en ellos de la Edad Media al escepticismo de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando el padre Feijoo, embutido en una lucha sin cuartel contra las supersticiones, llegó a decir que "no hay fantasma ni espectro que no desaparezca al conjuro de una buena tranca". En ese mismo siglo, el doctor Samuel Johnson llegó a la conclusión de que el fantasma de Cock Lane en Londres era una filfa.
En el siglo XIX la creencia en fantasmas resurgió poderosamente merced a la tendencia irracionalista del Romanticismo y el desarrollo del Espiritismo, la Teosofía y pseudociencias como la Parapsicología.

El escéptico ilusionista James Randi prometió una alta suma de dinero a quien demostrase una evidencia creíble de la existencia de lo paranormal; nadie pudo conseguirla.
Clases de fantasmas
G. N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba cuatro grupos principales en base a la conducta adoptada por los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza:- Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.
- Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o acontecimiento concreto; parecen ser como despedidas.
- Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se muestra ante una persona o personas simultáneamente a esa experiencia, no después de la misma.
- Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo, que intenta con deliberación hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán de doppelganger (en el irlandés, fetch).
Fantasmas, Sociedad y Economía
Como fuente pristina de curiosidad la creencia en fantasmas es tema goloso que ha suscitado mucho negocio editorial, teatral, cinematográfico, radiofónico, televisivo y periodístico, porque se genera habitualmente como un factoide o una leyenda urbana, y por eso supone con frecuencia una atracción turística notable para lugares históricos desconocidos. Eso provoca la aparición de grandes intereses creados en torno a las apariciones de fantasmas y, por tanto, la aparición, también, de distintos grados de fraude y negocio o ambos y, por consiguiente, del rechazo y oscurecimiento interesados a toda explicación puramente racional o científica de este tipo de fenómenos; de ahí la explotación y fomento del miedo y del ambiente morboso y el lenguaje interminablemente elíptico y oscuro que los rodea, así como la asfixia consciente de toda verdad que pueda existir en el fondo del asunto, que se hace terreno de cultivo, mina y asidero de todo tipo de factoides y leyendas urbanas. La verdad se deja siempre encerrada una ignorancia que, además, favorece la estafa, la riqueza, el lucro, el crecimiento económico.De ahí que la desconfianza, el método científico, el empirismo y el escepticismo sean requisitos imprescindibles para abordar con seriedad un fenómeno como este, rodeado de engaños y la mayor parte de las veces, si no todas, engaño él mismo.
[Fantasmas y Parapsicología

Cuadro basado en la descripción del investigador sir William Crookes: la médium Florence Cook se encuentra en el piso, y Crookes ilumina el ectoplasma de la fallecida Katie King.
El curso histórico del fenómeno obliga a distinguir, por una parte, las apariciones de ectoplasmas obtenidas con ciertas medium espiritistas fraudulentas a comienzos del siglo XX (Eusépia Palladino, Douglas D. Home, Rudi Schneider, Franek Kluski) de las apariciones investigadas por investigadores serios (Charles Richet, Schrenk-Notzing, Gustave Geley, etc.) que acreditaron los fenómenos con las condiciones de observación de que disponían en su época y, por otra parte, de fenómenos asociados como el encantamiento o el poltergeist.
La parapsicología asocia los fantasmas a la percepción de personas y animales vivos o muertos de forma visual o auditiva (las mal llamadas psicofonías y teleplastias), e investiga a determinadas personas, los llamados dotados o mediums, quienes, imbuidos al parecer de una cierta percepción extrasensorial, hacen una o varias de estas cosas:
- 1) Notar, sentir, registrar o percibir la presencia de seres fallecidos (clarisintiente o empático)
- 2) Observarlos (clarividente).
- 3) Escucharlos (clariaudiente).
- 4) Obtener información desconocida, falsa o verdadera, de los mismos, e interactuar con ellos (médium).
Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en cuatro clases:
- Fantasmas residuales, o visiones que realizan actos repetitivos y carecen de actitud comunicativa o interacción con los observadores.
- Fantasmas conscientes, que pueden comunicarse e interactuar con los observadores.
- Encantamientos duraderos de lugares concretos donde se manifiesta uno o más fantasmas desde hace mucho tiempo.
- Poltergeist o "espíritus burlones", fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo general adolescente o joven (aunque no siempre), en la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces.
Fantasmas y Espiritismo
Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma sobrevive a la muerte del cuerpo material y asciende a un nivel superior de existencia. Sin embargo algunas almas se desvían de ese camino; no parecen tener una autoconsciencia completa de su ser; la tienen, pero sólo hasta cierto punto, porque no han logrado todavía resolver sus dudas existenciales. Se trata de fantasmas: entidades desencarnadas que se torturan y fustigan cruelmente con asuntos no resueltos en su vida anterior. Puede, por ejemplo,- Que no acepten su propia muerte, que no quieran reconocer que han desencarnado.
- Que se sientan culpables por no haber concluido correctamente algún asunto durante su vida humana.
- Que se sientan atados o ligados afectivamente a alguna persona o lugar cuando estaban con vida.
- Que sientan odio o rencor consigo mismos o con alguien de su entorno como humanos.
- Que sientan que no merecen estar en ninguna parte y que ya no les queda esperanza.
En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia. Otra explicación a este fenómeno, que permite una leve unificación entre la física contemporánea y esta creencia sobrenatural, y que se funda en presuntos experimentos llevados a cabo con equipo técnico en varias partes del mundo a partir de 1945, sugiere que al momento de morir, subsiste de algún modo la "información cuántica", el modelo molecular del ser vivo, la cual, mediante la combinación de factores adecuados,de espacio,tiempo y energìa, (sitios con apropiados niveles de energia del tipo iones positivos), se manifiesta como si tuviera un cuerpo (forma material difusa popularmente denominada "ectoplasma" o "periespíritu"), pudiendo realizar acciones (ruidos, movimiento de objetos,apariciones),lo cual depende en gran medida del voltaje e intensidad del campo de iones positivos presente en dicho lugar. El fundamento principal de esta teoría se basa en que toda acción realizada en el espacio requiere una fuente de energía que es recargada por el espectro en estos lugares electromágneticamente saturados de cargas electrónicas libres (electrones sueltos en el aire u otras substancias). Dicho cuerpo difuso le proporcionarìa al espectro sensaciones similares a las de la persona viva, obviamente con sus limitaciones, pero sensaciones al fin y al cabo, lo que explicarìa tambièn los casos en los cuales las psicofonìas y otras anomalías captadas en sesiones de espiritismo reproducen frases inconclusas o absurdas como "siento frìo" o "yo, qué estoy haciendo aqui". De cualquier forma, esto no seria mas que un reflejo hologràfico-electrònico de un personaje muerto tiempo atrás.
[editar] Fantasmas y Catolicismo
El último Catecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la del Purgatorio, al contrario que el Luteranismo protestante. Estima perjudicial, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tarot y cualquier ceremonia o procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación con la otra vida; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos o demonios. Por otra parte, según la escatología de algunos teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios les dará cuando ocurra el juicio final. En cuanto a la consulta de mediums, en Deuteronomio XVIII, 12-14, no se niega la existencia de estas personas, pero se dice que no se debe recurrir a ellos:- Cuando entres a la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahveh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahveh tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
- El alma se aparece con forma humana
- No dice nada
- Se aparece con carácter amenazante y terrorífico
] Fantasmas y Psicología
La Comunicación después de la muerte inducida (CDMI en español, IADC en inglés) es una técnica terapéutica basada en la EMDR que ayuda a los deudos a procesar y superar el sufrimiento por la muerte de un ser querido por medio de la evocación de fantasmas. La CDMI fue descubierta y desarrollada en 1995 por el psicólogo estadounidense Allan Botkin, durante su trabajo con veteranos de la guerra de Vietnam. Se fundamenta en el demostrado valor curativo de las Experiencias cercanas a la muerte.[editar] Fantasmas y literatura
Son muchos los escritores que han tratado este tema. Ya se han mencionado ejemplos antiguos en el apartado "Historia", pero cabe insistir en Sobre los hechos maravillosos de Flegón, liberto del emperador Adriano, porque fue origen de la leyenda sobre la esposa difunta que reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para su Novia de Corinto y a Washington Irving para El estudiante alemán. En el siglo XVI Gonzalo Fernández de Oviedo narra un caso real de fantasmas en sus Batallas y quincuagenas y Antonio de Torquemada menciona muchos casos demasiado crédulamente en un Jardín de flores curiosas (1570) que irritó tanto como sedujo al propio Cervantes, quien parece evocar a la estantigua en el episodio del cuerpo muerto. Hay, por otra parte, leyendas hispánicas de muertos que vuelven a la vida como vampiros bastante anteriores a las rumanas, como la del Conde Estruch (siglo XII) en el Ampurdán o la Guajona en Cantabria. En el teatro del siglo XVII aparecen obras donde los fantasmas tienen un papel destacado: Hamlet, de Shakespeare; El caballero de Olmedo y El duque de Viseo de Lope de Vega o El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, quien se inspira a su vez en la leyenda de El convidado de piedra. El tema se desarrolla generalmente dentro del género de la novela gótica o cuento de terror, un género que empezó con el Romanticismo a finales del siglo XVIII, aun cuando fue en el XIX cuando encontró su verdadero desarrollo y máximo apogego con autores como E.T.A. Hoffmann, Edgar Allan Poe, Jean-Charles Emmanuel Nodier y Sheridan Le Fanu. Escribieron novelas góticas con relatos de fantasmas Horace Walpole (El castillo de Otranto, 1764), Matthew G. Lewis (El monje, 1794) y Charles Maturin (Melmoth el errabundo). Posrománticos son Gustavo Adolfo Bécquer, Guy de Maupassant, M. R. James, R. L. Stevenson, Lafcadio Hearn, Henry James, Edith Wharton, Algernon Blackwood, Arthur Machen, M. P. Shiel etc... Se acercaron al género con mayor o menor fortuna Emilia Pardo Bazán, Richmal Crompton, E. F. Benson, William F. Harvey, Richard Middleton, W. Somerset Maugham, Elizabeth Bowen, Robert Aickman, May Sinclair, Walter de La Mare, Thomas Burke, A. E. Coppard, Charles Williams, Herbert Russell Wakefield, Alfred McClelland Burrage, A. N. L. Munby, Arthur Gray, Barry Pain, Christopher Woodforde, E. G. Swain, Hugh Walpole, John Buchan, L. T. C. Rolt, Simon Raven, Terence H. White, V. S. Pritchett y L. P. Hartley.[ Comunicación con fantasmas

Houdini demuestra cómo un fotógrafo puede producir fraudulentamente "fotografías de espíritus" que documenten la aparición e interacción social con individuos fallecidos[5]
Sin embargo, quienes pretenden justificar la existencia de otro mundo y la posible comunicación con el mismo deben justificar primero por qué casi todas las manifestaciones espirituales suelen reducirse a manifestaciones psicológicas de engaño o autoengaño, o fraudes, como con devastadora frecuencia han demostrado ilusionistas expertos como Harry Houdini, James Randi o Criss Angel, quienes saben desde luego que lo que ocurre en nuestra mente es de factura mucho más simple que lo que ocurre en la realidad fuera de ella. Algunos tipos de alucinación, como la hipnopómpica o la hipnogógica, la parálisis del sueño, los síntomas de una esquizofrenia o determinados tipos de epilepsia no diagnosticadas, el fenómeno del sueño lúcido o falso despertar, la pareidolia, la apofenia, el uso de drogas y sustancias psicotrópicas que creen falsos recuerdos, los fuegos fatuos pueden explicar la mayoría de los casos, por no hablar del espíritu lúdico de las bromas y los citados, groseros y mezquinos intereses económicos, que pueden apoyar, magnificar y converger sobre las anteriores explicaciones, que se acumulan sobre la necesidad de religión y de fe ultraterrena, un meme antropológico desarrollado en el ser humano por la selección natural como ventaja para la supervivencia gregaria.
Esto no basta para desanimar, sin embargo, a quienes creen en alguna manifestación divina o macabra que es una liberación de energía del cuerpo, esto es, una "evolución" de esta vida terrenal hacia otra en un mundo ultraterreno, y hay caos desconcertantes de clarividencia y percepción extrasensorial que aún aguardan explicación satisfactoria.
Algunos intentos no escépticos de resolver racionalmente estos fenómenos han sido formulados por físicos como Roger Penrose, quienes creen posible la transmisión de información nerviosa mediante corrientes cuánticas a nivel subatómico que pueden ser amplificadas mediante los microtúbulos existentes en las neuronas; además, la insólita lógica cuántica permite distorsiones temporales que pueden causar la duplicación del presente o bilocación, y esto explicaría muchos de los fenómenos paranormales de transmisión de información, como expone en su Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia (Barcelona: Editorial Crítica, 1996). Explicaciones científicas concurrentes han sido formuladas por Stuart Hameroff o recogidas empíricamente por Raymond Moody.
Fantasmas célebres
Algunas historias de fantasmas parecen ser leyendas urbanas universales, como la de La Dama Blanca o autoestopista fantasma. De todas formas, el carácter huidizo de estos fenómenos parece indicar que los fantasmas tienen más miedo de las personas que (algunas) personas de los fantasmas.En India
Según el Garudá puraná, un libro perteneciente a la tradición védica hindú, los seres humanos que cometen pecados a lo largo de su vida reencarnan en fantasmas. En dicho libro, un fantasma describe su vida a un brahmán:- Vivimos en una dimensión en la que no existen la fe en las religiones, la disciplina, el perdón, la paciencia ni el conocimiento. Nuestro alimento es el más despreciable del mundo: basura, vómito, tos y orina. Somos ignorantes y vivimos en la oscuridad.
'=== En Colombia === [6] La Ciudad Amurallada (Cartagena de Indias) es rica en historias sobre fantasmas, pero los relatos más impresionantes sobre actividades paranormales se encuentran en el Museo Naval del Caribe, donde las apariciones son una constante del día a día. Y suena incluso lógico para todos los que saben que en ese mismo edificio funcionó el ‘Hospital San Juan de Dios’, lugar que en la época del cólera atendió a muchas personas que posteriormente murieron a causa de esa enfermedad. “En los patios se pueden encontrar huesos humanos, porque esto era anteriormente un hospital y en la época del cólera las personas pensaban que si tenían contacto con algún cadáver podrían contraer la enfermedad, entonces el patio era el lugar en el que se enterraban los muertos”, cuenta Gonzalo Zúñiga, curador del Museo. Justo frente del patio principal cuentan que aparece un negro con turbante en la cabeza que se queda mirando fijamente a las personas. Se dice que siempre está en el mismo lugar. “Varios funcionarios que trabajan en el museo lo han visto y pueden dar fe de eso. Las personas que nos visitan se acercan y nos dicen que se metió un indigente, pero nosotros ya sabemos de que se trata...”, relata el curador, que lleva en total 15 años trabajando en el sitio.
- El espíritu de la escalera
- Un fantasma con foto
- El timón
- “Falsos positivos”
“No creer es una tontería; es una forma de querer cerrar los ojos ante esas cosas que se muestran como real. A mí todavía no me ha pasado un caso que me afecte, pero he sido testigo de eso”, dice Gonzalo.
“Decir que este tipo de fenómenos paranormales no existe es como querer condenar de estar locos a todas las personas que hemos sido testigos de estos hechos”, concluyó el curador del Museo Naval.
[ En Venezuela
El Silbón, según la leyenda, es el fantasma de un joven que asesinó a su padre y por ello está condenado a vagar como alma en pena eternamente cargando un saco lleno con los huesos de su padre. Se le llama así por su característico silbido, semejante a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si en este orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero, si se escucha lejos, es porque se encuentra muy cerca. Además, escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Según una de las versiones de la historia El Silbón se presenta en las casas de noche a contar los huesos que lleva en el saco. Si nadie lo escucha, no hay peligro. Se dice que si una persona escucha el silbido debe hacerse la señal de la cruz, persignarse e irse inmediatamente.suele aparecer en los llanos de Venezuela.[editar] En China
En China son numerosos los relatos tradicionales sobre fantasmas; se creía en ellos y hasta se les rendía culto. Confucio dijo: "Respetad a los fantasmas y a los dioses, pero alejaos de ellos". El erudito Zhuxi, de la Dinastía Song (960-1279), quiso escribir un libro contra su existencia, titulado Si crees, allí estaremos; si no crees, no nos hallarás. Los fantasmas chinos se denominan Kuei; son espíritus malvados de personas que vivieron una vida deshonrosa o perversa, o que murieron de forma violenta. Se dice que hacen daño a las personas y buscan a quién asesinar para que el espíritu de la víctima ocupe el lugar del Kuei en el Infierno; pero esto sólo es posible con los espíritus de débiles y cobardes, pues no pueden causar ningún daño a los valientes que demuestran no temerlos. Otro tipo de fantasmas son almas de plantas, animales o cosas que abandonan su cuerpo material para atacar a las personas; son peligrosos pero se los puede destruir cuando intentan volver a su cuerpo. Las autoridades prohibieron en 2007 las historias de fantasmas. Son muy conocidas las leyendas de Ye, la de Lu Ch’ien y el sauce embrujado, y la del policía Yin. El orientalista Lafcadio Hearn transcribió algunos de estos relatos tradicionales, que inspiraron no sólo el film Kwaidan, de Kobayashi, sino toda una tradición de cine y literatura paranormal que llega hasta Ring de Nakata.- En el Teatro de la Ópera de Pekín, llamado Huguang Huiguan, al sur de la ciudad. Se construyó encima de un cementerio; los fantasmas y aparecidos son frecuentes.
[ En Japón
El escritor y orientalista Lafcadio Hearn ha adaptado algunos relatos tradicionales de fantasmas japoneses. Los fantasmas japoneses son espíritus apartados de una pacífica vida tras la muerte debido a algo que les ocurrió en vida, falta de una ceremonia funeraria adecuada, o por cometer seppuku o harakiri (suicidio). Usualmente aparecen entre las dos de la madrugada y el amanecer, con kimono blanco de luto abrochado al revés y sin pies definidos; algunos carecen de rostro, los llamados noppera-bō o sin cara (como los hupia de los taínos antillanos). Hay muchos tipos de fantasmas japoneses, en general denominados yūrei: onryō, o fantasmas vengativos; ubume, o fantasma benéfico de una madre que murió durante el parto o dejando niños pequeños y que regresa para cuidar de sus hijos o traerles dulces, que al desaparecer el fantasma se transforman en hojas secas; goryō, fantasmas vengativos aristócratas que fueron martirizados, funayūrei, fantasmas de los que murieron en el mar; funayūrei-urei: fantasmas de niños traviesos; los gaki o fantasmas hambrientos; los de objetos o tsukumogami; los cambiantes u obake; los jikininki, hitodama, reikon... El Templo Zenshoan en Tokio es conocido por su colección de pinturas de yorei, o galería de Yorei-ga. Son 50 pinturas de seda que datan de 150 a 200 años y representan una gran variedad de apariciones. Fueron recogidas por Sanyu-tei Encho, un historiador famoso y artista del rakugo en la era Edo cuando estudió en Zenshoan. Son lugares encantados:- El espectro de Kuchisake-onna, una mujer espantosamente desfigurada durante la época Heian por un marido celoso, un samurai que con unas tijeras le descarnó la parte inferior de la cara para descubrirle los dientes y la mandíbula; vuelta un maléfico fantasma, es uno de los más famosos y se la representa en unas máscaras verdaderamente horribles.
- El castillo de Himeji es frecuentado por el fantasma de Okiku
- Aokigahara, el bosque en el fondo del monte Fujiyama, es una localización popular para el suicidio y numerosos fantasmas suelen pasear por allí.
- La leyenda de Botan Dōrō (牡丹燈籠) es inmensamente popular en Japón y ha dado argumento al kabuki, al rakugo, a la literatura y al cine en numerosas ocasiones, pero no parece tener un fundamento histórico real.
En Irlanda
- Tal vez el espectro más conocido es la Banshee, un espíritu femenino de la mitología irlandesa asociado a antiguas familias y que se considera presagio de muerte; las banshees gimen por la casa si alguien está a punto de morir. Cuando varias banshees aparecen a la vez indica que alguien honorable o santo morirá pronto. La leyenda correspondiente del catolicismo es la de San Pascual Bailón, que avisa golpeando tres veces la cabeza de la cama días antes de la muerte de quien le reza para que ponga en orden su vida y se confiese.
- Castillo de Athcarne, Condado de Meath; es una ruina del siglo XVI a 10 km del campo donde se dio la Batalla del Boyne (1690). La gente habla de gritos de soldados moribundos, y visiones de un soldado colgado de un gran roble en la finca, y otras apariciones.
- El Castillo Kinnity, Condado de Offaly, uno de los más encantados de Irlanda; en numerosas ocasiones el personal del Castillo y sus visitantes han visto al fantasma de un monje (Monk of Kinnitty) atravesando los muros de la edificación; es un fantasma locuaz, que a veces se comunica con el personal de servicio del castillo y con algunos visitantes.
- En el Castillo de Skyrne, Condado de Meath, cerca de la antigua colina de Tara, donde se han desenterrado muchos esqueletos. Skyrne fue construido por un caballero normando en el siglo XII, y se documentan varios espectros, entre otros el de una monja, una figura alta con capa y su perro y sobre todo una mujer vestida de blanco, quizá Lilith Palmerston, asesinada por Phelim Sellers en el siglo XVIII. Todavía se han escuchado de noche sus aterradores chillidos.
- El túnel cerca del antiguo Cementerio de Friar’s Bush, en Belfast. Conecta las alas Ashby y David Keir de la Universidad de Queens. En este túnel asusta un frío intenso y sobrenatural; hay un fantasma que suele agarrar a la gente que pasa, que es muy poca.
- El Castillo de Killua, Condado de Westmeath, residencia de la familia del gran (Lawrence de Arabia), se cree que está embrujado por el administrador de la finca (Jacky Dalton) de Sir Benjamin Chapman. Su espíritu excéntrico ha aterrorizado a varios visitantes nocturnos del castillo; las quejas sobre ruidos y movimientos nocturnos fueron tantas que la residencia fue abandonada hace mucho tiempo. Hasta la fecha se habla de un fantasma blanco que rodea las ruinas y una figura espantosa, de mirada maligna, que a veces se ve entre las paredes.
- El Castillo de Leap, Condado de Offaly, destaca por el número de sus fantasmas, entre ellos una chica joven avistada en varias ocasiones, que se cree era hija del señor del castillo; su padre concertó un matrimonio con el hijo de un hacendado muy rico, pero ella estaba enamorada de un humilde granjero, y cuando su padre se enteró lo mató. Una noche cuando el padre dormía ella le mató. Poco después, un día que la hija estaba en lo alto del castillo, una mano invisible la empujó y la hizo caer al vacío, por lo que murió en el acto. Se cree que fue el padre quien la empujó y el espíritu de la joven vaga por el castillo lamentando su amor perdido. Los visitantes escuchan unos misteriosos gemidos y llantos en la oscuridad, y se ven luces encendidas en lo alto del castillo.
En Escocia
- Castillo de Edimburgo. En el Castillo de Edimburgo han sido vistos numerosos fantasmas. El más célebre es el de un gaitero, cuya música resuena a menudo entre los muros. El segundo es el de un tocador de tambor que se ha aparecido a los visitantes y lugareños desde mediados del siglo XVII. Nadie sabe quién pueda ser, pero parece querer prevenir al castillo de los peligros. La leyenda cuenta que se dio orden a un soldado de explorar un pasadizo subterráneo que hipotéticamente conectaba con el palacio de Hollyrood. Se perdió y quedó allí para siempre, aún hoy hay quien se queda inmóvil de miedo al escuchar entre las frías paredes una triste canción, que entonaba aquel soldado.
- En el Castillo de Comlongon cerca de Clarencefield aparece Lady Marion Carruthers, miembro del clan Murray, quien en siglo XVI se arrojó desde una torre de este castillo porque la obligaban a casarse con un hombre al que no amaba. Lady Marion no recibió sepultura cristiana, por lo que ahora se pueden escuchar sus gritos y llantos, buscando un lugar para descansar.
- En el Castillo de Shieldhill, en Biggar, hay una torre que se construyó en 1199. Ahora es un hotel y hay una habitación, la Glencoe, en la que a la puesta de sol se aparece el alma de The Grey Lady.
- Mary King’s Close. Los fantasmas de los enfermos de peste emparedados en esta calle subterránea e Edimburgo.
- El Palacio de Hollyrood, hogar escocés de la reina Elizabeth, era originalmente una abadía construida por el rey David; allí fue asesinado David Rizzio, amante de María de Escocia: Su esposo Sir Darnley incurrió en celos y lo apuñaló alrededor de sesenta veces. Muchos huéspedes han divulgado padecer dolores de cabeza en el cuarto en que Rizzio murió, y en los ochenta un vigilante de seguridad sentía que bajaba la temperatura bruscamente y escuchaba pasos. Se dice que en el palacio habita un misterioso fantasma, "el señor verde", a quien se le adjudican las desgracias que ocurren allí.
- El Castillo de Dalhousie fue construido en 1247 por el clan Ramsey, que lo mantuvo durante 850 años; fue reconvertido en hotel en 1974. Los huéspedes informan continuamente de varios fantasmas; uno es el de la señora Catherine, hija de uno de los dueños, encarcelada por un año y fallecida por hambre. Una camarera del hotel vio una vez un fantasma vestido de mayordomo en el corredor. Se aparece además una perra llamada Petra que murió en una de las torres del castillo en los años 80; algunos afirman haber visto además cabezas, brazos y piernas flotando en el aire.
- El Castillo de Stirling es uno de los lugares más encantados de todos; según una profecía, una reina escocesa moriría entre sus muros a causa del fuego, pero cumplido o no el vaticinio, con él nació la leyenda de "La joven verde", una extraña presencia a la que se le han atribuido muchos de los desastres ocurridos en este lugar.
En Inglaterra
Los ingleses tienen fama de muy creyentes en fantasmas, ya sea la cabeza incorpórea del escritor Oliver Goldsmith o los gritos infantiles en la estación de metro de Bethnal Green.- Torre de Londres. Se dice que allí apareció el fantasma sin cabeza de Ana Bolena, el fantasma de Tomás Beckett, el espectro del Rey Eduardo V de Inglaterra y de Ricardo, duque de Cork; el fantasma de la señora Jane Grey, de sir Walter Raleigh y del Conde de Salisbury, además de una desconocida señora vestida de luto, carente de rostro.
- La "señora marrón" que se aparece en Raynham Hall (Norfolk). En 1936 en casa del marqués de Townshend, un fotógrafo profesional y su ayudante estaban tomando fotografías de la casa y vieron bajar un fantasma por la escalera que fue fotografiado. Fue vista simultáneamente por dos testigos en 1835. Más tarde, otro testigo le disparó con una escopeta. Pese a esta mala acogida, fue vista de nuevo en 1926 por lord Townshend y dos testigos más. En 1849 el comandante Loftus y su famoso amigo Hawkins vieron el fantasma de una mujer con los ojos huecos antes de irse a acostar (aunque seguramente quedarían desvelados). El incidente dio lugar a que varios detectives y la policía local investigaran las apariciones.
- La mansión victoriana de Borley Hall (Essex) fue en las décadas de 1920 y 1930 la más famosa de las casas inglesas encantadas.
- El fantasma del Hombre de gris habita en un barrio de Londres, Westminster, en el teatro real Drury Lane, uno de los más antiguos (empezó en 1674, durante el reinado de Carlos II). Es el coliseo embrujado más famoso de las islas Británicas; de entre sus varios fantasmas, el más célebre es el del Hombre de Gris. Es descrito como un caballero joven ataviado a lo siglo XVIII, con sombrero de tres picos y peluca empolvada; se cubre con un manto gris de buena calidad y lleva espada. La leyenda asociada cuenta que se enamoró de una actriz y cuando estaba a punto de huir con ella otro actor, celoso, lo apuñaló y lo escondió emparedándolo tras uno de los muros del teatro. Es lo cierto que en 1848, cuando se restauró el teatro, fue descubierto tras una pared un esqueleto aún con una daga clavada en las costillas. El fantasma, de puntualidad británica, aparece de 9 am a 6pm, suele dejarse ver en los ensayos y en las matinés, caminando a través del balcón y desvaneciéndose en una pared. Verlo se considera augurio de éxito para la obra y los actores
- En el Palacio de Hampton Court una cámara de seguridad grabó el 22 de diciembre de 2003 en un vídeo el hipotético fantasma de una de las esposas de Enrique VIII. Algunos dicen que es el espectro de Catalina Howard, quinta mujer del soberano, condenada por adulterio. Otros, que es una broma. Circulan muchas leyendas sobre este lugar.
- Museo nacional de Greenwich: Ralph Hardy, un eclesiástico de la Columbia británica, tomó en 1966 una fotografía hoy célebre. Tenía simplemente la intención de fotografiar la bella escalera de la Casa de la Reina del Museo Nacional de Greenwich. Tras revelarla, la foto mostró una forma velada que subía la escalera y parecía coger la pasarela con las dos manos.
- Castillo de Muncaster. Numerosos visitantes dicen haber visto fantasmas y haber escuchado gritos de niños, pasos de personas que parecían marchar penosamente y otros ruidos inexplicables en los pasillos y la gran sala del castillo. Una dama blanca, fantasma de una jovencita, Mary Bragg, asesinada ante las puertas del castillo en el siglo XIX, se pasearía también regularmente en el recinto de los jardines.
- Raynham Hall, en el condado de Norfolk. La foto de un fantasma fue tomada en 1936 en la gran escalera. El retrato de The Brown Lady ("La dama castaña") es ciertamente la más célebre y más contemplada de las fotos de aparecidos. El fantasma parece ser el de Lady Dorothy Townshend, esposa de Charles Townshend, segundo vizconde de Raynham, proprietario de Raynham Hall a comienzos del siglo XVII. El rumor quiere que Dorothy, ante su matrimonio con Charles, fue la amante de Lord Wharton. Aunque según los documentos legales Dorothy haya sido enterrada en 1726, se sospecha sin embargo de la autenticidad de estas exequias. Charles habría sospechado la infidelidad y habría montado esta mascarada para enfermar a Dorothy y encerrarla en una habitación o emparedarla durante años hasta su verdadera muerte.
- Bases militares del Reino Unido. Algunos fantasmas de pilotos han sido observados y registrados, como el de Bruce Barrymore Halpenny.
- La villa de York reivindica el título de la villa más encantada de Europa, y cuenta con fantasmas que se remontan a la época romana y que se dice ver aparecer por las murallas, los teatros, las puertas vacías, las iglesias y las casas históricas.
- El Gurt dog de Somerset es ejemplo de fantasma benevolente. Se dice que las madres pueden jugar con sus hijos sin supervisión en Quantock Hills, porque el perro Gurt los protege.
- Inversamente, el perro negro es maléfico y su amplia distribución geográfica parece indicar que es supervivencia de alguna terrible deidad pagana antigua, a la que se ha superpuesto el mito de Cŵn Annwn, Garm, Huargo, Cerbero o su hermano Ortro.
[editar] En el País de Gales
- Castillo de Bodelwyddan. Entre los muchos fantasmas que se han manifestado en este castillo, del cual algunas partes remontan al siglo XVII, hay uno que consiste en una dama en vestido victoriano que se manifiesta en la galería de esculturas y ha sido vista por uno de los guías. Un soldado ha aparecido en uno de los pasillos (el castillo de Bodelwyddan era usado por oficiales y como centro de convalecencia durante la I Guerra Mundial). Se han visto también unas siluetas difuminadas pasear aburridas por los corredores, así como una señora ataviada con vestido azul y laborioso peinado en el salón de té.
- Castillo de Caerphilly. Una dama verde se pasea de torre en torre y fantasmas de soldados patrullan cuando ya no hay necesidad.
- Castillo de Carew, en el Pembrokeshire. Se lo reputa encantado por el espectro de sir Roland Rhys y el de un pariente suyo asesinado una noche por haber rehusado la mano de su hija; se escucha un suspiro que lo maldice.
- Castillo de Gwydir. El fantasma más importante es una mujer que mora en el ala norte, aunque también se ha dejado ver en el corredor entre el hall de Meredith y la Gran Cámara. Cuando el fantasma aparece, la temperatura desciende y una pestilencia extraordinaria se expande en derredor.
- El fantasma del The Queen’s Head Hotel en Monmouth. Hay numerosos espectros en el hotel donde se intentó asesinar a Oliver Cromwell y se lo tiene como el tercer albergue más encantado del País de Gales.